La primera virtud que debe brillar en la juventud es la obediencia a los padres y superiores.
No hay santidad sin obediencia; eso lo han afirmado todos los santos. Pero el que lo ha vivido supremamente esta virtud es Nuestro Señor Jesucristo. Por eso, en la formación de la juventud, no se puede pretender buenos resultados sin inculcar la obediencia como principio de las demás virtudes.
Medios para alcanzar la virtud.
Artículo 1. Conocimiento de Dios.
Artículo 2. El Señor ama de un modo especial la juventud.
Artículo 3. La salvación del alma depende, ordinariamente, de la juventud.
Artículo 4. La primera virtud que debe brillar en la juventud es la obediencia a los padres y superiores.
Artículo 5. Respeto a las Iglesias y a los ministros del Señor.
Artículo 6. La Lectura Espiritual y la Palabra Divina.
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