«Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo»
(Mateo 18, 21-35) ¿Cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano? ¿Por qué cuesta tanto perdonar las ofensas? Son cuestiones que debemos resolver y aceptar o seremos juzgados por Dios al no poder perdonar de corazón.