P. Wilber Mendoza, monje de San José.
Se llama así a las tres fiestas que inmediatamente después de la celebración de la Navidad recogen y muestran el mayor tributo y adoración que la humanidad hace a su Dios y Señor manifestado en carne mortal.
En estas tres memorias están representadas todas las generaciones: niños, jóvenes y ancianos que a lo largo de la historia
No se trata igualmente de la celebración cronológica como sucede generalmente con la memoria de los santos, donde la Iglesia celebra su memoria en el dies natalies, es decir el día de su martirio o muerte, sino de algo más. En estas tres memorias están representadas todas las generaciones: niños, jóvenes y ancianos que a lo largo de la historia han entregado y siguen entregando su vida al Señor, inclusive hasta el martirio.
26 de Diciembre, San Esteban, es el primer mártir de la Iglesia, representa a las generaciones de jóvenes, hombres y mujeres que por la fe en Jesús resucitado ofrendan su vida al Rey.
27 de Diciembre, San Juan Evangelista, el discípulo amado, de quien la tradición afirma que murió en una avanzada edad, siendo el más joven entre los doce, es considerado el último en acudir al llamado del Señor. Representa a los ancianos.
28 de Diciembre, Los Santos Inocentes, mártires. El Evangelio de Mateo lo narra, como un hecho que acompañó inmediatamente al nacimiento del Niño Jesús, perseguido a muerte por el rey Herodes. Representa a los niños y niñas que desde la primera hora de la Iglesia han dado testimonio hasta con su sangre por Cristo.